Folclórica, pintoresca y carismática, esta ciudad te conquista con su colorido. Conservan un antiguo sistema de tranvía y funicular que sigue funcionando bastante bien. Ciertas calles del barrio de Alfama pueden parecer algo lúgubres cuando anochece, pero tiene su encanto. Buena gastronomía, aunque no resulta nada fácil ver un espectáculo de fado mientras comes sin gastarte los cuartos, a no ser que sepas de algún sitio o truco obtenido de la sabiduría del lugareño.